Ruta de los Castillos en el Valle del Tiétar - Ávila
Comarca: Valle del Tiétar
La Adrada - Arenas de San Pedro - Mombeltrán
La Baja Edad Media fue tiempo de conflictos entre reyes, ciudades y nobles. Para proteger sus posesiones, dominar los caminos o defender sus intereses respectivos, muchos nobles construyeron castillos en sus tierras, aldeas o villas de señorío. A Finales del siglo XV las tierras de Ávila se poblaron de castillos.
En la actualidad la provincia cuenta con 19 fortificaciones de este tipo distribuidas por todo su territorio. Aparte de servir de reclamo y casi de signo de identidad de algunos de los municipios más renombrados, su visita sirve de guía para asomarse a varios de los rincones más insólitos y emblemáticos de la Provincia.
Castillo de La Adrada - La Adrada
Se levanta sobre el cerro desde el que nace la localidad. Desde este se divisa toda la villa y una gran extensión de terreno, por la que pasaba una importante vía de comunicación, esto unido a la cercanía de un río y a lugares donde la caza, según relatos de la época, era abundante, convierte sus localización en un lugar estratégico. Se accede a la localidad de La Adrada a través de la C-501, que es prolongación de la M-501.
Actualmente se encuentra en buen estado, tras las recientes rehabilitaciones que se han realizado sobre él, finalizadas en el año 2003, es propiedad municipal. Actualmente es visitable y en su interior se alberga el Centro de Interpretación Histórica Valle del Tietar.
Fue construido a finales del siglo XIV o principios del XV, una vez que Enrique III concedió a La Adrada el rango de Villa, independizándola de la ciudad de Ávila. En esta época la villa conoció un importante apogeo, relacionado con las monterías, cacerías y ocio de la aristocracia.
Aquí tuvo lugar el romance entre el rey Alfonso VI y Zaida, la hija política de Al-Mutamid de Sevilla. La villa cayó en desgracia al tomar partido por los Infantes de Aragón en contra de Juan II, y el Condestable fue desposeido de todos sus cargos y propiedades, pasando a manos de don Álvaro de Luna, y posteriomente al Marqués de Villena y a Don Beltrán de la Cueva y sus descendientes.
El castillo ocupaba una posición estratégica en la ruta entre Toledo y Castilla la Vieja, siendo testigo en el siglo XV de varias luchas por su control entre los Villena y los Pimentel y Mendoza. En el siglo XVII pasó a la casa de Montijo, en el XIX enlazó con la de Alba, y a lo largo del siglo XX fue vendido en varias ocasiones.
El castillo de La Adrada fue construido en el siglo XIV sobre una iglesia gótica de 1250, de la que sólo queda el ábside, el arco del triunfo, las columnas y parte de sus muros, modificados de su forma original para fortificarlos y almenarlos. Sobre los muros originales de la iglesia solo quedan dos ventanas. El arco triunfal es apuntado y está formado por dovelas de sillería. Leer más»
Castillo de la Triste Condesa - Arenas de San Pedro
El castillo de la Triste Condesa se encuentra en el casco urbano de la villa de Arenas de San Pedro, a 86 kilómetros de Ávila, en las inmediaciones de la Sierra de Gredos. Se eleva junto al Río Arenal, afluente del Tiétar, en la parte más baja de la población y se asienta sobre las rocas graníticas sin cimentación alguna, y defendiendo el puente sobre el río.
Fue construido entre 1393 y 1423 por el condestable Don Ruiz López Dávalos, que fue desterrado en 1422 por el rey. Un año más tarde pasó a la familia Pimentel. El segundo conde de Benavente dio la fortaleza en dote a su hija doña Juana Pimentel que se casó con Don Álvaro de Luna en 1432.
El marido de doña Juana Pimentel murió ajusticiado por el rey Juan II en 1453, y desde ese momento el castillo comenzó a conocerse por Castillo de la Triste Condesa. El castillo, tras largos pleitos, siguió en manos de la condesa viuda, conocida como la Triste Condesa.
Es un precioso castillo de estilo gótico con planta cuadrada rematado por un parapeto almenado. Posee cubos circulares en las esquinas y tres cubos macizos rectangulares en los lienzos.
Al interior se accede a través de dos puertas, una se encuentra en el lado este junto a la torre del homenaje. Las crujías del patio de armas fueron destruidas para habilitarlo como cementerio. Este patio tuvo dos pisos con bastantes habitaciones residenciales.
La Torre del Homenaje, que se levanta 10 metros por encima de los cubos, tiene planta rectangular y se encuentra rematada con almenas.
Se divide en cuatro pisos, en los dos últimos presenta una serie de dobles ventanas geminadas enmarcadas en un alfiz mudéjar, y defendidas por un balconcillo. Posee más aspecto de palacio que de fortaleza, y sirvió de modelo al castillo de Valdecorneja, situado en el Barco de Ávila.
Fue construido con mampostería de buena calidad. Se encuentra bien conservado y restaurado, a pesar de las sucesivas destrucciones que sufrió en 1809, durante la guerra de Independencia, y en 1838, con la guerra Carlista. Pertenece al Ayuntamiento y se utiliza para realizar distintas actividades culturales recreativas en el Patio de Armas, fundamentalmente en el período estival.
Castillo del Duque de Alburquerque - Mombeltrán
El castillo de Mombeltrán está emplazado en las afueras de la localidad, dominando el paso del río sobre un cerro de escasa altura, y rodeado de un paisaje de singular belleza de la Sierra de Gredos.
Data de mediados del siglo XV. En 1461 fue donado por el rey Enrique IV a su favorito Don Beltrán de la Cueva, antepasado del actual propietario, el Duque de Alburquerque, y poseedor también del castillo de Cuéllar.
Consta de dos recintos de forma cuadrada con cubos circulares en las esquinas. El interior conserva un patio de armas con restos de columnas, muros y escaleras. Completo por fuera, ruinas y restos conservados por dentro, es de propiedad particular, del Duque de Alburquerque, y actualmente está sin uso.
Rutas de los Castillos en Ávila