Datos básicos del sendero:
- Distancia: 12,1 km (ida)
- Tiempo estimado: 3 h 20 min
- Punto de salida: Badilla
- Ciclabilidad: 100 %
- Dificultad: Baja
- Epoca recomendada: Todo el año
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SENDERO GR-14 EN ZAMORA - ETAPA 8
Comarca: Sayago
Badilla - Cozcurrita - Fariza de Sayago - Mámoles
Etapa 8 Badilla - Mámoles
El arroyo de la Mimbre y los muros de piedra que delimitan las fincas son el hilo conductor de la primera parte del recorrido que une las localidades de Badilla y Cozcurrita. Un paisaje típico y característico de la comarca sayaguesa, constituido por bosques y dehesas de encina y fresno, con presencia de numerosos regatos de agua, berrocales graníticos y pequeñas praderas. La etapa prosigue para comunicar las poblaciones de Cozcurrita con Fariza en plena comarca de Sayago, donde la diversidad de su paisaje sorprende a cada paso al visitante, en especial, los imponentes berrocales de peñas con formas caprichosas.
Junto a la carretera que une Fariza de Sayago con la vía ZA-324, a su paso por la población de Badilla, tiene inicio la etapa. Los primeros metros discurren por la carretera, hacia el sur, en dirección a Fariza de Sayago. Al llegar al primer camino que parte por la derecha, convenientemente señalizado, la ruta gira para avanzar por él, a lo largo del curso del Arroyo de la Mimbre.
La vegetación de ribera compuesta por chopos, sauces y fresnos contrasta con las encinas y pastizales que crecen en las laderas, donde hay menor humedad. Junto al camino se puede observar el bonito Molino Pachón. El recorrido discurre por un cómodo camino de tierra, encajonado entre los muros de piedra característicos de la comarca sayaguesa, que sirven para delimitar las fincas y los excelentes pastizales existentes en el fondo del valle.
A medida que se avanza, la ruta deja a un lado los caminos que salen a los lados, continuando siempre en línea recta. Asimismo, cuando llega a una pronunciada curva se debe continuar recto, por un camino de menor entidad, de reducida anchura y terreno menos firme, entre las casi perfectas alineaciones de los muros de piedra. La exuberante vegetación arbórea y el denso matorral que crece al refugio de las tapias, junto con la facilidad de la orografía del terreno, ofrecen un agradable paseo.
Junto al Camino se puede observar una de las características pontoneras, construidas para salvar el cauce de los arroyos, muy habituales en esta zona y que suelen pasar desapercibidas. La ruta sigue el curso del arroyo de la Mimbre hasta que llega a otro camino de mayor envergadura, donde se dejan atrás los muros de piedra y, poco después, a una portilla de madera que separa los términos de Badilla y Cozcurrita.
A partir de aquí el paisaje se vuelve más áspero y abierto. A la derecha discurre el curso del arroyo, generalmente seco en verano y colmado de agua en las épocas de lluvias, agua que desciende de las suaves laderas cubiertas de escobas, que lo delimitan.
El recorrido sigue el curso del río y da una amplia curva hasta cruzarlo por el Puente de Rivera Ancha e iniciar, a continuación, un suave descenso hacia una zona con fuerte presencia de enebros y encinas, destacando entre medias algún viñedo. Las paredes de piedra vuelven a guiar de nuevo el recorrido, acompañándolo hasta la pequeña población de Cozcurrita. Después de alcanzar la confluencia con un camino y dejarlo atrás se llega a otro cruce, donde se debe girar a la izquierda para guiar los pasos hasta el Camino Ancho, situado a la entrada de la localidad, donde existe un bonito potro de herrar frente al panel de la ruta. En esta población destaca la Iglesia románica de Santa María Magdalena, datada del siglo XIII, construida en planta rectangular y con una espectacular espadaña, y junto a ella una morera, árbol típico de los pueblos de la zona. También destaca en el municipio el Enebral de Peña Águila, el más grande de la provincia de Zamora.
El recorrido continua en las proximidades de la iglesia románica de Santa María Magdalena. Enseguida el trazado empieza a descender, abriéndose la vista hacia las laderas de enfrente en las que la encina es la especie predominante. En su inicio, el camino es estrecho y aparece rodeado de gran variedad de especies típicas de bosque mediterráneo que dominan el paisaje.
Transcurridos unos 200 metros, el sendero cruza un pontón de piedra sobre el Arroyo de Valdecrejas. Tras atravesarlo aparece un desvío hacia el molino de grano de Matarrana. A partir de este punto, el Camino asciende siempre con un muro de piedra a su derecha, mientras a la izquierda está flaqueado por encinas y enebros; y presenta un firme entre en el que aflora la roca granítica que predomina en la zona.
Una vez llegado al Paraje de El Modorro el itinerario prosigue por un camino ancho y de buen firme rodeado por encinas, enebros y tomillos hasta alcanzar al primer kilómetro. A partir de aquí el paisaje cambia, aparecen parcelas de pastos de siega rodeadas por muros de piedra entre las que continúa el camino.
El Camino Natural atraviesa el Puente Grande sobre el Arroyo de las Eras y alcanza el centro de Fariza, capital de la comarca. La iglesia parroquial de San Julián, fue construida en el siglo XIII, habiéndose practicado innumerables reformas a lo largo de los años. El único resto románico que conserva es una portada semi-tapiada en su cara sur y aún hoy se puede ver una estela romana en esta misma parte.
El recorrido desciende por el conocido “Camino de los arrieros” y abandona el núcleo urbano de Fariza por una pista de firme ancho bordeado por cerramientos de piedra. En ellos es muy probable ver burros, caballos y vacas al pasar. En un tramo corto cubierto de roca el camino asciende lo suficiente como para poder divisar la localidad de Fariza, inicio del recorrido. En este trecho son importantes las fresnedas que se encuentran poblando las áreas más frescas y sombrías, dejando pasto para el ganado entre ellas.
El trazado prosigue algunos metros hasta que gira bruscamente a la izquierda, tomando otra pista que se introduce en un paisaje diferente. A partir de aquí se dejan atrás los terrenos cercados y el itinerario se adentra en terrenos silvestres en los que aparecen encinas y se puede observar una buena representación de torvisco o matapollos.
El recorrido desciende ligeramente unos metros más adelante, al mismo tiempo que surgen afloramientos rocosos de granito y se espesa la masa vegetal. En primer lugar se aprecian encinas de buen desarrollo con un tapiz de aromáticas. Un poco más tarde las encinas se achaparran y se entremezclan con enebros y matorral bajo. El Camino llega al Arroyo del Prado y tras cruzarlo alcanza el desvío al asomadero de Casito de la Boiza. El recorrido continúa y asciende por el Paraje de El Cotorrón entre una amplia masa de matorral, sobre todo escobas o ilagas como la llaman en la zona, encinas y enebros arbustivos.
En esta zona el águila calzada sobrevuela durante el día las laderas con la esperanza de avistar y cazar conejos, o con mayor frecuencia, algún lagarto ocelado. Cuando el sol se esconde y la oscuridad se hace dueña del entorno, las ginetas buscan aves dormidas o acechan a los conejos en la proximidad de sus madrigueras. En esas horas también deambulan por el bosque los esquivos lirones caretos y los ratones de campo, que se afanan por encontrar frutos y bellotas con los que alimentarse.
Llegando a Mámoles, el potro de herrar, construido en granito, y la Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, elemento destacado del patrimonio local del pueblo con estructuras de estilo románico, reciben al caminante y representan el punto y final de esta etapa de la Senda del Duero.
Etapas del sendero GR-14